Por: Gonzalo Rodriguez - Chair del Comité de Finanzas - Chief Investment Officer – Nordia Capital
Dado el crecimiento del PIB en EEUU durante la primera mitad del año, no anticipamos una recesión económica para 2023. Aunque los riesgos de recesión siguen latentes para 2024, aún es impreciso afirmar sobre ese evento.
Los modelos de empresas de alta calidad y baja deuda han sido outperformers del S&P 500 en el 2023, regresando a su tendencia alcista. Esto le ha dado estabilidad a los mercados y un soporte técnico alrededor de 4,400 puntos al S&P 500 gracias a las crecientes ganancias corporativas. Con ello, la volatilidad ha disminuido progresivamente a medida que avanza el año, aliviando el nerviosismo de los inversionistas.
Nuestros pronósticos se han cumplido. Los inversionistas no esperarían el séptimo mes del año para tomar ventaja de las valoraciones atractivas del primer trimestre del año, y el mercado ha ido regresando a los activos de mayor riesgo (acciones). La recesión de ganancias corporativas no ha ocurrido, y la posibilidad de un soft landing en EEUU es casi una realidad.
La Reserva Federal en EEUU tiene menos presión de seguir subiendo las tasas de interés, a causa de una inflación bajista y un mercado laboral que comienza finalmente a enfriarse. En este sentido, el peor escenario parece haber quedado en el pasado. Incluso, los principales analistas han aumentado sus targets del S&P 500 a 4,800 puntos -en promedio- para el cierre de 2023.
La quiebra de bancos en EEUU -y de Credit Suisse- a comienzos del año ocurrió por un problema de gerencia, más que uno estructural en el sistema financiero. Estos bancos tomaron posiciones exageradas en activos que perdieron su valor producto del aumento abrupto de tasas de interés. Eso se veía venir como efecto natural del exceso de liquidez en 2021.
Los estudios estadísticos nos demuestran que lo peor quedó atrás, y regresamos gradualmente al optimismo. El sentimiento del inversionista ha mejorado, dispuesto a regresar a activos de riesgo. Los bonos de alto grado en empresas americanas y europeas siguen atractivos, con descuentos irracionales vs su riesgo, situación que ocurre una vez cada 10-15 años. Aquí existe una clara oportunidad.
Parte de los inversionistas se mantienen precavidos por el temor de que la inflación pueda regresar, y con ello mayores aumentos de tasas de interés por parte de la Fed. Este escenario lo vemos poco probable, siempre que la inflación se mantenga controlada y en descenso hasta llegar a su target. En el mediano plazo, vemos factible un target de inflación constante de 2.5%-2.7%, levemente superior al anhelado por la Fed.