Por: Nicole Fernandez - Chair del Comité de Legislación e Impuestos/ Associate - Icaza, González - Ruiz & Alemán.
Todo profesional del derecho sabe, desde el primer día de su carrera, que estará permanentemente sometido a cambios en las leyes y doctrinas que estudia y que su curva de aprendizaje será, probablemente, más empinada que el resto de las carreras universitarias. Un primer ejemplo es el derecho tributario, donde los cambios en la legislación ocurren casi a diario, sumado a las exigencias en materia de transparencia internacional que buscan convertirse en estándares a nivel mundial. Estos constantes cambios son producto de la necesidad de que las leyes fiscales se acomoden a la realidad económica y financiera del país y sus habitantes, y, por ende, a las transacciones comerciales que involucran a dos o más jurisdicciones al mismo tiempo. No olvidemos que el objetivo principal del derecho tributario es asegurar la recaudación de los tributos a través de la fiscalización permanente de las actividades diarias de un país para asegurar cubrir las necesidades básicas de la sociedad.
Otra rama del derecho que está bajo constantes cambios es el derecho migratorio. Las situaciones políticas que vive la región latinoamericana y la migración como consecuencia de dicha realidad han obligado a varios países a modificar, reforzar y adaptar su legislación en temas migratorios para poder garantizar que los inmigrantes no vivan en situación de ilegalidad e informalidad. En Panamá, solamente en el primer semestre del año 2023 se han publicado tres modificaciones legales en temas migratorios que afectaron directamente a todos los sectores de la sociedad, incluyendo a las empresas multinacionales establecidas en nuestro país.
Los cambios legales y la evolución del sistema jurídico no es algo negativo, al contrario, garantiza que el país sea un Estado de derecho con reglas claras, sirviendo como ejemplo para otras naciones que no cuentan con sistemas bien estructurados.
Por su parte, el abogado, como principal actor del sistema jurídico, debe asimilar que su rol va más allá de una asesoría jurídica; ahora se encuentra obligado a mantenerse en una continua actualización y estudio de todas las publicaciones de nuevas leyes y decretos que pudieran afectar, o no, el ejercicio de su profesión.
Realizando una comparación entre los abogados y los profesionales de la medicina, estos últimos están constantemente creando nuevas tecnologías para enfrentar los desafíos que tiene dicha profesión y estudiando nuevos métodos de atención para los pacientes. Los abogados, por su parte, permanentemente deberán estudiar los recurrentes cambios legales que se realizan en la legislación doméstica e internacional para garantizar la atención a sus clientes y los desafíos comunes de esta profesión.
El jurista uruguayo Eduardo Juan Couture en su obra “El decálogo del abogado” incluye como primera regla o mandamiento: “Estudia: El Derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos serás cada día un poco menos abogado”