Por: Dianela Zachrisson / Coordinadora de medios y comunicación en Basc Panamá
La gestión integral de la seguridad de la cadena de suministros tiene un impacto directo en la competitividad de las empresas, que cada día buscan garantizar operaciones más rentables, eficientes y seguras.
La seguridad de la cadena de suministro debe enfocarse en la prevención de los delitos del comercio internacional tales como hurto o robo de materiales y/o información, sabotaje, terrorismo, narcotráfico, contrabando, corrupción, soborno, contrabando y cibercrimen entre otros. Estos representan riesgos dentro de la cadena de suministro que pueden, en caso de materializarse interrumpir las operaciones de las empresas.
Herramientas claves como la adecuada gestión del riesgo, la implementación de planes de continuidad de negocio e implementaciones de certificaciones que controlen estos riesgos a través de estándares de seguridad son consideradas mejores prácticas en las empresas comprometidas con la logistica 4.0.
Tal es el caso del riesgo que incurren las empresas con la ciberseguridad. Vivimos en un entorno global que cada vez concentra mayores recursos hacia la integración a una economía con transformación digital para generar competitividad, y en donde la implementación de nuevas tecnologías y herramientas para el manejo o acceso de la información digitalizada, guardan una correlación directa con la eficiencia en los procesos, la reducción de costos y la generación de valor a través del flujo de la data en tiempo real.
Desde esta perspectiva, el enfoque estratégico hacia la digitalización y transformación digital para generar rentabilidad operativa en los procesos está en aumento en los actores de la cadena de suministro. En este sentido, la data o información compartida entre los fabricantes, proveedores, distribuidores, y clientes o consumidores, se hace cada vez más vulnerable y susceptible a ataques cibernéticos dentro de las empresas u organizaciones en el sector logístico.
La protección de la información corporativa y la creación de planes para mitigar el riesgo cibernético, deben ser tareas obligatorias de cada uno de los actores de la cadena de suministro, a fin de proteger la marca, la propiedad intelectual y la información de los clientes.
Dentro de este escenario, debemos fomentar una cultura de integral de seguridad trabajando con los colaboradores y asociados de negocios (clientes y proveedores) en torno al mantenimiento de la integridad, confidencialidad y disponibilidad de los procesos relacionados con la tecnología y la información, entre otros procesos.
La capacitación de los colaboradores y asociados de negocios, en el desarrollo de políticas para la confidencialidad de la información y uso de recursos informáticos, lineamientos para la protección y recuperación de datos, análisis y evaluación de riesgos, y buenas prácticas de mejora continua para la protección de los activos de la información son piezas fundamentales para la seguridad de la cadena de suministro.
También comprende un aspecto interesante dentro del Sistema de Gestión: la revisión de factores tecnológicos, dentro del contexto externo de una empresa, que puedan tener un impacto en la cadena de suministro. Igualmente, mediante el registro de las incidencias de Ciberseguridad y ataques cibernéticos se pueden establecer controles operaciones y capacidades de respuesta a eventos en caso de que se materialice un riesgo, dentro del sistema de gestión.
Dentro de este contexto, la estandarización de procesos, la digitalización, los controles adecuados para la mitigación de riesgos y las certificaciones en estándares internacionales para la cadena de suministro aportando elementos de seguridad, transparencia, trazabilidad, imagen y compromiso de las empresas hacia el mercado internacional.