Escrito por: Eliseo Llamazares, Socio - Head de Aviación y Turismo de LATAM - KPMG
En este artículo queremos destacar dos importantes retos del turismo en Panamá se concentran en dos ámbitos:
- Digitalización.
- Sostenibilidad.
El primer reto se fundamenta en dar a conocer a Panamá al mundo. Las estrategias comerciales que hasta ahora funcionaban, basadas en la promoción de turismo en grandes ferias como World Travel Market (UK), FITUR (España), ITB (Alemania) y muchas otras, han perdido su efectividad en el mundo digital. Estas grandes ferias, además de acaparar gran parte de los presupuestos de promoción, solo sirven para poder demostrar “institucionalmente” la actividad de promoción turística con una baja efectividad en cuanto a la atracción de turistas y mucha dificultad para poder monitorear el impacto de este sustancial gasto.
El turismo hoy es digital y eso significa que los destinos turísticos ya no están en los mapas ni en las ferias, sino que están en las redes sociales. En el caso de Panamá, destinos tan relevantes como Bocas de Toro, Chiriquí, Boquete, San Blas, Rio Hato, etc… aparecen en la red con discreta profundidad, lo que hace que turistas informados como europeos o norteamericanos, puedan no seleccionar estas localizaciones por no ser consideradas “destinos turísticos” y por ello no albergar oferta complementaria como restaurantes, actividades y otros… tan necesarios para completar una experiencia completa. El problema de fondo es que esto está muy lejos de la realidad, dado que estos destinos son ricos en estas actividades, pero hoy lo que no están en la red no existe y en lugar de grandes inversiones en promoción offline en ferias, se debe invertir en mejorar el mapa digital de Panamá, apoyando a todos los negocios de esta gigante industria a digitalizarse y por tanto aparecer en este mapa digital que hoy es el que mueve el turismo a nivel global.
El segundo reto es la sostenibilidad. Panamá es uno de los destinos naturales por antonomasia. Cuenta con bellos parajes como el Canal, Boquete, Chiriquí, Bocas del Toro, San Blas, Darién y otros tantos parajes naturales que conforman este pequeño pero hermoso país al mismo tiempo.
La sostenibilidad hoy no es una política de marketing, es una necesidad de la humanidad, y el turismo no es ajena de ella. Sostenibilidad significa respeto al medio ambiente, respeto a las culturas indígenas ancestrales que ocupan el territorio y respeto a toda la cadena de valor del turismo: clientes, empleados, proveedores, autoridades, etc…
Panamá necesita un plan de sostenibilidad que pase por limpiar sus playas y litorales de la abundante basura que los rodea, que pase por imponer normas de respeto a los habitantes y visitantes de las zonas turísticas y su apoyo con infraestructuras para su cumplimiento (agua, energía, gestión de residuos, etc…), que pase por imponer normas claras y de obligado cumplimiento a los negocios que se desarrollan en zonas turísticas e imponer unos incentivos fiscales o de otra naturaleza, que promuevan la “SOSTENIBILIDAD” en palabras mayúsculas. Hasta que no exista esta regulación integral, el turismo puede ser más que una oportunidad, un gran riesgo para el territorio panameño (al igual que otras actividades consumidoras de territorio, dado que no solo el turismo lo es).