Por: Juan Raúl Sosa / Chair del Comité de Comercio e InversiónAssociate de Fabrega Molino.
Para mantenerse competitiva en el mundo globalizado, la República de Panamá debe diversificar su economía y explorar sectores emergentes. Será esencial para las propuestas de aquellos que buscan gobernar nuestra nación en el próximo período y en los siguientes.
La tecnología es un sector con un gran potencial. Panamá tiene la posibilidad de convertirse en un líder tecnológico en el mundo actual. En este aspecto, no podemos dejar pasar la alianza entre los Estados Unidos de América con la República de Panamá para explorar oportunidades y aumentar y diversificar el ecosistema global de semiconductores, a través del Fondo Internacional de Seguridad Tecnológica e Innovación (Fondo ITSI), creado por la Ley CHIPS y Ciencia de 2022. Las medidas clave para fomentar las inversiones en el sector tecnológico, deben incluir el emprendimiento local y promoción de educación digital para toda la población en general. Para este último aspecto, las alianzas entre instituciones públicas y privadas, será la clave para ofrecer generar una fuerza laboral capacitada y adaptable.
Por su ubicación geográfica y las generalidades propias de su clima, las energías renovables son otra industria en expansión. Si bien actualmente Panamá mantiene leyes que fomentan estas inversiones, es de importancia seguir promoviendo y apoyando proyectos de energías limpias, así como mantener políticas que promuevan la transición hacia fuentes sostenibles. Lo anterior no solo está ayudando a reducir el cambio climático, sino que también genera nuevas plazas laborales y una diversificación económica.
La logística y el transporte también son áreas de atención estratégica. Panamá puede reforzar su papel como centro logístico global aprovechando su posición geográfica privilegiada. La modernización de infraestructuras como puertos, aeropuertos y sistemas de transporte podría impulsar el crecimiento económico y atraer inversiones extranjeras. En este aspecto, es importante resaltar las actuales instalaciones de Panamá (Zona Libre de Colón, Panamá-Pacífico y sus principales puertos), las cuales son fortalezas que tiene Panamá para la promoción de este sector,
Uno de los mayores obstáculos que enfrenta Panamá para el proceso de crecimiento de estos sectores emergentes, son los regulatorios. La revisión y actualización de las leyes aplicables y vigentes son fundamentales para crear un entorno favorable en el desarrollo de estos sectores. Lo anterior implicará eliminar “barreras” burocráticas de vieja data, así como la promoción de incentivos que impulsen el desarrollo e inversión. Aunado a lo anterior, la seguridad jurídica será un aspecto clave; la confianza que tendrá que otorgar Panamá a futuros inversionistas para recibir inversiones será clave al momento de evaluarnos como un posible destino de inversión.
La colaboración entre el sector público y privado en este proceso será de gran importancia. Los lideres de cada uno de los sectores comerciales deberán participar de manera conjunta con el sector público en identificar oportunidades, superar obstáculos y crear planes efectivos. De la misma manera, será importante la participación ciudadana en este proceso. Así, más allá de las banderas políticas que cada uno pudiese tener, será necesario trabajar como equipo por el bien común del país.
En conclusión, para asegurar un futuro económico sólido y diversificado, Panamá debe desarrollar sectores comerciales emergentes. Las áreas con un potencial considerable incluyen la logística, las energías renovables y la tecnología. Para garantizar que Panamá se adapte a los cambios en el comercio internacional y se destaque como un líder en la economía global del siglo XXI, es necesario implementar políticas proactivas, mejorar el entorno regulatorio y colaborar entre diversos sectores.