Por: Hugo Wood, Chair Comité de Salud de AMCHAM Panamá
La responsable de Salud Pública de la OMS, María Neira, estableció que esperar a que la pandemia dure dos años es un "tiempo razonable". Esto indicaría que en 2022 llegaría la fecha más anhelada. De hecho, según The Economist, el principal tema a nivel global del próximo año será la transición del abordaje de los desafíos alrededor de la presente pandemia, hacia una nueva etapa donde se considerará al COVID-19 como endemia. Una endemia se define como: “Enfermedad que afecta a un país o una región determinados, habitualmente o en fechas fijas”. Esto la convertiría en una infección parecida a la influenza, que trae consigo diversos retos, pero también oportunidades para adoptar las lecciones aprendidas en cuanto al manejo de los desafíos sanitarios y catapultar al país hacia los retos del futuro.
Es innegable que antes de proyectarnos hacia adelante, debemos ser conscientes de nuestro presente y aprender del pasado. Uno de los principales aprendizajes de la actual crisis sanitaria ha sido el valor de la innovación y como esta promueve, protege y salva vidas. Particularmente lo hemos visto con el desarrollo en tiempo récord de vacunas alrededor del mundo que, gracias a colaboraciones científicas únicas en la historia y el respaldo de gobiernos y la academia, inician el preludio del fin de una pandemia que ha cobrado la vida de más de 5 millones de personas a nivel global.
Lo anterior confirma que la innovación es el motor de la salud. La innovación vista tanto en la generación de soluciones sanitarias a los principales desafíos de la humanidad en campos como el cáncer, la salud mental o el VIH, pero también en temas como gestión y evaluación eficiente de los recursos y las tecnologías y el desarrollo de infraestructura sanitaria de calidad.
Panamá encara el 2022 con perspectivas alentadoras en ese sentido. El presupuesto general del Estado destinado a salud ha incrementado considerablemente con respecto al 2021, incluyendo los renglones de inversión. También, se espera el inicio de operaciones de la Ciudad de la Salud, cuya amplia capacidad y recursos abren paso a la posibilidad de que los pacientes se beneficien de los más altos estándares de tratamientos y cirugías y lo hagan de manera oportuna y efectiva. Esto permite el acceso a tecnologías sanitarias innovadoras que ya están transformando la vida de pacientes en otras latitudes, avances a los que Panamá podría conectarse, pudiendo convertirse en un hub de salud regional.
Adicionalmente, la Caja de Seguro Social (CSS) ha puesto en marcha el desarrollo de un Centro de Investigación e Innovación en la Salud, que se espera inicie operaciones el próximo año. De acuerdo con el Dr. Eduardo Ortega, director de SENACYT, este proyecto representa una deuda que se tiene con las instituciones sanitarias del país, y basado en esto, la CSS rompe el paradigma de lo que se tenía pendiente dentro del sistema público de salud. El centro buscará desarrollar capacidades en el país buscando posicionarlo en investigaciones clínicas para medicamentos, vacunas y dispositivos médicos, identificación de mejores prácticas para el fortalecimiento del sistema de salud e investigación biomédica.
Evidencia recogida a nivel global apunta a que la disrupción innovadora coadyuva a lograr significativos progresos en diversos ámbitos de la sociedad. Como sector privado, apoyemos y participemos de las iniciativas presentes y aportemos novedosas que permitan a Panamá dar el salto para convertirse en un país a la vanguardia de la innovación sanitaria donde los pacientes, el principal objetivo de la salud, sean los más beneficiados.
Hugo Wood
Chair Comité de Salud de AmCham Panamá