Autores:
Fernando Aguilar - Chair del Comité de Finanzas/ Director de Auditoría - BDO Panamá
Elibeth Mora – Gerente de Advisory de BDO Panamá
En la actualidad existe una gran cantidad de marcos de información a revelar sobre sostenibilidad que las entidades financieras – como primeros implementadores de reportes de sostenibilidad – han adoptado de forma voluntaria, sin embargo, al momento de que el inversionista requiere realizar sus análisis para la toma de decisiones, la información la información disponible suele ser inconsistente, fragmentada y difícilmente comparable.
Las entidades financieras han visto el incremento de la presión para demostrar su compromiso con la sostenibilidad por parte de los inversionistas y otros grupos de interés, y puedan demostrar en sus reportes de sostenibilidad estos avances. Para lograr lo anterior, y cumplir con la expectativa de los inversionistas de tener información comparable, consistente y holístico. En este sentido, la adopción de las Normas del ISSB representa un paso clave hacia la estandarización, ya que permiten integrar la sostenibilidad en el corazón de la información financiera y de la gestión de riesgos.
La implementación de estas normas requiere un fuerte componente de gobernanza corporativa. Se debe asumir un rol activo en supervisar la calidad de la información de sostenibilidad, estableciendo procesos de control interno, sistemas de gestión de datos y políticas claras de reporte. La gobernanza en sostenibilidad se convierte así en un mecanismo para garantizar que la información divulgada sea creíble, relevante y alineada con las expectativas de los mercados de capitales.
En mercados internacionales ya se observan avances. Bancos europeos como HSBC o BNP Paribas han comenzado a integrar escenarios climáticos en sus reportes, alineados a los lineamientos del ISSB. En América Latina, entidades como Itaú Unibanco en Brasil o Bancolombia en Colombia han anunciado la adopción progresiva de estándares internacionales de sostenibilidad, impulsando transparencia frente a sus inversionistas.
No avanzar en este proceso conlleva riesgos significativos:
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Riesgo reputacional, al ser percibidos como rezagados en sostenibilidad frente a sus pares.
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Riesgo de acceso a capital, ya que cada vez más inversionistas institucionales y fondos de inversión condicionan sus decisiones a criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG).
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Riesgo financiero, al no identificar ni revelar oportunamente la exposición a riesgos climáticos físicos y de transición que impactan directamente en carteras de crédito, inversiones y operaciones aseguradoras.
Ahora, las entidades en general se han enfrentado a dos retos importantes al momento de brindar información sobre sostenibilidad a los inversionistas – según sus primeros adopters:
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Reto 1: “report enough, not too much”. El cambio de cultura corporativa del “report everything” a uno donde se reporte lo que realmente es importante, es el mayor reto para las entidades que ya han reportado previamente bajo otros estándares. El reportar solo lo material no solo facilita el tiempo y la calidad en la preparación, sino que el reporte se vuelve útil a los inversionistas para la toma de decisión. El análisis de la materialidad se convierte en prioridad.
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Reto 2: iniciar. Es el mayor miedo de las entidades que piensan que se vuelve complejo y genera mayores costos para la entidad. En la práctica, estas entidades se enfocaron en aspectos clave como la identificación de riesgos y oportunidades con la estructura que mantenían, así como entender los efectos financieros que generan estos riesgos y oportunidades. Lo anterior no se logra sin una integración de las áreas de sostenibilidad, contabilidad y de relación con los inversionistas.
Las entidades financieras pueden estar expuestos a riesgos climáticos al momento de desembolsar préstamos, o en la compra de inversiones en valores, de entidades que tienen una exposición directa a riesgos relacionados con el clima. Para facilitar la implementación de estrategias y su información en los reportes de sostenibilidad, es imperativo considerar aspectos en su cadena de valor como:
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Considerar la información a revelar de los riesgos físicos y de transición relacionados con el clima en partidas como préstamos e inversiones en valores
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Establecer políticas sobre la caracterización de los riesgos relacionados con el clima en el riesgo crediticio, de mercado, de liquidez y operativo
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Considerar marcos de clasificación de riesgos para efectos de gestión (ejemplo, riesgos materiales y riesgos emergentes) y para su revelación (ejemplo, solo riesgos materiales)
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Dar a conocer el porcentaje de activos que están relacionados a la sostenibilidad o pasivos que estén conectados con financiamientos sostenibles
Alinearse de manera progresiva con las Normas del ISSB, es una oportunidad estratégica para fortalecer la confianza de los inversionistas, garantizar la comparabilidad de la información y demostrar resiliencia frente a los desafíos del cambio climático y sostenibilidad. Adoptar estos estándares de forma planificada y consistente permitirá que el sector financiero lidere la transición hacia economías más sostenibles, movilizando capital hacia proyectos que generen valor en el largo plazo y contribuyan a la estabilidad de sistema financiera y del entorno en el que se encuentra.