Autora: Paula Alzate - Chair del comité de legislación e Impuestos/ Directora Departamento Corporativo en Cedeño & Méndez.
La transformación digital está impactando radicalmente la práctica legal, introduciendo nuevas herramientas y técnicas que mejoran la eficiencia y precisión en el trabajo de los abogados. En los últimos años tecnologías como la inteligencia artificial (IA), el blockchain, el big data y la automatización están incidiendo significativamente tanto a firmas de abogados como a departamentos legales en Panamá y Estados Unidos.
La inteligencia artificial optimiza tareas como la revisión de contratos y el análisis predictivo, permitiendo un análisis rápido y preciso de grandes volúmenes de documentos. Por su parte, el blockchain facilita los contratos inteligentes, que se ejecutan automáticamente al cumplirse ciertas condiciones, y mejora la autenticación y trazabilidad de documentos legales, revolucionando la forma en que se gestionan los acuerdos.
El análisis de grandes volúmenes de datos, o big data, proporciona perspectivas valiosas para estrategias legales y decisiones empresariales. Estas plataformas permiten identificar patrones y prever resultados legales con mayor precisión. Asimismo, la automatización de tareas administrativas mediante software especializado reduce costos y mejora la eficiencia operativa al optimizar el tiempo de los abogados de tareas repetitivas y permitirles enfocarse en aspectos más estratégicos de su trabajo.
Sin embargo, la adopción de estas tecnologías también presenta desafíos significativos. La integración de nuevas herramientas con sistemas existentes puede ser compleja y costosa, y la gestión de la seguridad y privacidad de los datos es una es una de las mayores preocupaciones en esta era digital. Por otro lado, la preparación y capacitación continua de los abogados es vital para maximizar los beneficios de estas tecnologías y minimizar los riesgos asociados. La adopción exitosa de tecnologías digitales requiere que los profesionales del derecho desarrollen nuevas habilidades y conocimientos.
La combinación de tecnología avanzada y profesionales altamente capacitados es una fórmula ganadora en la práctica legal moderna. La transformación digital también está mejorando la comunicación y transparencia entre abogados y clientes, permitiendo una interacción más fluida y personalizada. Los abogados mejor preparados pueden ofrecer un servicio más eficiente y adaptado a las necesidades específicas de sus clientes en tiempo real. En este contexto, la importancia de la preparación del abogado no puede ser subestimada. La capacitación en el uso de nuevas tecnologías y el conocimiento de las regulaciones emergentes y mejores prácticas son esenciales para ofrecer un servicio de alta calidad y mantenerse competitivos en el mercado.
Desde hace un tiempo, tanto Panamá como EE. UU., están desarrollando marcos legales para asegurar el cumplimiento y la ética en el uso de tecnologías como la IA y el blockchain, debido a que la adopción de tecnologías digitales en el sector legal está sujeta a regulaciones específicas, y los abogados deben estar al tanto de estas normativas para garantizar que su uso de estas herramientas cumpla con los estándares legales y éticos.
La transformación digital está revolucionando la asesoría legal, ofreciendo innumerables beneficios y presentando desafíos que deben ser gestionados cuidadosamente. Sin embargo, esto es solo el comienzo; se avecinan cambios aún mayores que transformarán aún más la profesión. Es imprescindible que los abogados se mantengan actualizados, ya que adaptarse no es una opción, sino una necesidad. La preparación y capacitación continua son cruciales para aprovechar al máximo estas tecnologías y mantenerse a la vanguardia en un entorno legal en constante evolución.